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domingo, 21 de diciembre de 2014

Reseña: Baila, baila, baila. Haruki Murakami

Título: Baila, baila, baila

Título original: ダンス・ダンス・ダンス


Autor: Haruki Murakami


Fecha de publicación: 1988


ISBN: 9788483834251


Editorial: Maxi TusQuets Editores


Páginas: 453

















Sinopsis: 

En marzo de 1983, el joven protagonista de esta novela, redactor freelance todoterreno, después de pasar días sombríos, siente la necesidad de volver a ciertos escenarios de su vida para ajustar cuentas con el pasado. Viaja a Sapporo con la intención de alojarse en el Hotel Delfín, donde años atrás pasó una semana con una misteriosa mujer que, de manera inesperada, desapareció de su lado. A su llegada descubre que han derribado el hotel y que en su lugar se alza otro, moderno y lujoso, pero su estancia allí propicia la aparición de personajes envueltos en un aura de irrealidad: una guapa recepcionista que ha vivido experiencias inverosímiles, una adolescente dotada de una aguda sensibilidad, o un antiguo compañero de colegio, ahora actor de éxito, que lo meterá en graves aprietos. Asesinatos, viajes a Hawaii, pasajes a otros mundos y fiestas se suceden al ritmo de la música que suena en la radio de su destartalado Subaru. Lo cierto es que, como afirma un enigmático personaje, todo está conectado. Porque sólo se regresa al Hotel Delfín para poder empezar de nuevo. 



Opinión personal:

Mi segundo Murakami. Y, como ya preveía, no me ha defraudado en absoluto. No conocía este título, ni siquiera lo buscaba, a diferencia de Tokyo Blues, por el que estuve rebuscando en librerías por un gran tiempo; simplemente, lo vi en la biblioteca, en la mesa de libros recién adquiridos, y fue un flechazo. 

Cuando llegué a casa, busqué información sobre él, mucha gente decía que la primera lectura podría llegar a defraudar, a cansar; que los recién iniciados en el autor no terminarían de degustarla; patrañas. Me he leído el libro prácticamente en dos días, devorando más de dos tercios hoy mismo, y sin apartar la mirada de sus páginas por un solo segundo. Murakami tiene la facilidad de introducirte en cada una de sus novelas, dejando a un lado las historias más cotidianas como el ya reseñado Tokyo Blues, para pasar a un mundo de magia, ilógico, irreal (o quizá real), increíble, maravilloso, que no te dejará tal cual.


Baila, Baila, Baila, es la secuela autónoma de La caza del carnero salvaje (1982), por lo que se recomienda haberlo leído primero, por el simple hecho de que se suceden algunos acontecimientos, y diversos personajes vuelven a inundar sus páginas, pero es mayoritariamente independiente de su antecesor. 


En sus páginas volvemos a encontrarnos con un protagonista perdido, excéntrico, con un humor peculiar, muy difícil de entender, una vida pesada, dura, cargada a su espalda. Y con un gusto musical espléndido. Si en Tokyo Blues nos encontrábamos con los Beatles, aquí nos emergeremos en páginas llenas de rock clásico, de The Police, Elvis, The Doors... Acompañados, quizá, de un ritmo constante de jazz.  Personajes destacables como la pequeña Yuki, una adolescente de trece años, con un gusto increíble por la música, madura para su edad, muy, muy, muy madura para su edad, con una familia destartalada, y con una aguda sensibilidad que la caracterizará completamente y que, además, conseguirá ayudar a nuestro personaje principal a resolver el misterio. Dos policías, un actor famoso, tres prostitutas, una recepcionista, un periodista, una fotógrafa, un escritor, un poeta...  Murakami, una vez más, se ha ganado el oro en cuanto a caracterizar a sus personajes, a adentrarnos en ellos, a conseguir que formemos parte de la historia como observadores omniscientes, mientras que, nuestro protagonista sin nombre, deja su vida de quitanieves cultural, para intentar seguir adelante. 


Este libro, bien como el anterior reseñado, comparten esa peculiaridad de finales semi-abiertos, permitiéndonos crear el nuestro, pensar, recapacitar, imaginar... Finales sellados, con todas las tramas resueltas -alguna quizá con demasiada prisa, pero sin salirse de los límites-, pero que nos dan paso a un futuro incierto. ¿Habrá algo más? ¿Se quedará todo allí? Al fin y al cabo, la vida es de ese modo: incierta. Un camino que se extiende ante nuestros ojos, dividiéndose en dos raíces: "¿Y ahora, hacia dónde? -"Hacia la derecha, siempre hacia la derecha, así está predestinado." 


Una obra maestra de más de cuatrocientas páginas, con escenas detalladísimas, pero con motivos; con magia entre sus líneas, con sentimientos tras la tinta... Una obra de arte que, incluso después de haberla terminado, nos pedirá a gritos una eterna reflexión que deberemos hacer, al igual que con Tokyo Blues, cuando no sepamos en qué camino adentrarnos. 




Y vosotros, ¿os atreveríais a adentraros en el Hotel Delfín?

Acordes:

Ritmo: # # # #
Historia: # # # # #
Personajes: # # # 
Amor: # # # 
Final: # # # # 

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